Es de ti
No es del velo de tus ojos
ni de tu mirada simple,
no es de tu inconstante sonido
ni del orgullo que se aprieta entre tus manos,
es de ti y de esas palabras que no nacen
que se quedan neutras en tus labios,
es de ahí de donde yo respiro,
de donde me adivino,
me reconozco y existo,
y a veces hasta me llevas de vuelo.
Y llega el momento
en que finjo no escuchar
ese te quiero que dejas libre para mí.
Es… simplemente demasiado tener tu voz
sonándome en el alma.
Entonces camino despacio acomodándome
al lado izquierdo de tu aliento,
buscando tu boca suave,
enloquecida como siempre.
-Amándote-
Como si amarte fuera la única verdad
después de Dios.